La maldición alemana


El robo de información de varios miles de correos electrónicos al Estado Mayor Conjunto y su posterior publicación, junto con acciones similares en Mexico, El Salvador, Colombia y Perú me llamó mucho la atención. Como yo soy intruso empece a buscar si podría haber algo más o menos interesante detrás de todo esto y algo encontré.

Partí por el grupo de «hackers» que hizo la publicación. Como los que dedican tanto tiempo y paciencia a hacer esos ataques informáticos generalmente son medio fallados de la cabeza, narcisistas, fanáticos, etc. seguro que alguien se lo tenía que «reivindicar», en este caso se trataba del grupo autodenominado Guacamayo, que emitió un manifiesto adjudicándose el ataque.

Cuando un ataque informático es hecho por una organización profesional o importante nunca se lo atribuyen públicamente, por ejemplo nadie se atribuyó el Stuxnet, aunque generalmente se responsabiliza a los gobiernos de Israel y Estados Unidos, tampoco los ataques del «Grupo Lazarus» supuestamente de los gobiernos de Corea del Norte y China, salieron a publicarlo. Las operaciones importantes son normalmente 100% anónimas.

Pero existe otra clase de ataques, mucho más artesanales hechos por grupos minúsculos -hasta por una persona- como fue el robo de información de Snowden. Este último ataque de Guacamaya parece ser de esos. Gracias al link que mandó Wilson en su  comentario, pude leer el manifiesto en la página de Distributed Denial of Secrets, a ver que podría encontrarse allí de interesante.

Y claro que su «mensaje» en el manifiesto, dejó algunas huellas de donde pertenecen. Aparte de las tonteras poéticas y todo eso me llamaron la atención algunos detalles como el uso de la expresión Abya Yala, con un salto a Wikipedia me enteré que es como algunos grupos de indios se refieren al Continente Americano, y resultó que ese nombre lo había inventado en 1975 un tal Takir Mamani.

Allí se me puso interesante la cosa, se trata de un viejito boliviano, cuyo verdadero nombre es Constantino Lima Chavez. Pero su creatividad no termina con el Abya Yala, porque también fue quien inventó la «whipala» a fines de los años sesenta, esa bandera de colores que está de moda entre los grupos indigenistas por estos días, que algunos pelotudos autoridades la izan en edificios públicos y que aparece en todas las protestas de violencia callejera,    

En este artículo se describe su filosofía, su historia política y un video de 40 minutos donde al final relata como «descubrió» la wiphala en un libro -curiosamente no menciona su nombre- que le prestó un amigo solo por un día porque el dueño no lo vendía a ningún precio. Entonces el copió y devolvió el misterioso libro del que nunca más se supo.

En mi opinión el caballero es un mitómano de primera, su historia del libro se parece francamente inverosimil. Dice don Constantino sobre si mismo:

“Soy abogado de la UMSA [Universidad Mayor de San Andrés] y no ejerzo la profesión por principios ideológicos, pero tengo experiencia, soy abogado internacionalista de alta graduación, salido de Sevilla-España, también tengo un título de abogacía ancestral, creo que soy el único del continente”

Su estilo cantinflesco de expresarse me suguiere que es tan abogado como Michelle Bachelet es médico, aunque pensándolo bien hay muchos abogados indios que se expresan igual de mal o peor, parece que los filtros académicos no son muy estrictos por allá, al menos en las escuelas de derecho porque en otras especialidades he conocido muy buenos profesionales.

La cosa es que en el video que aparece en el link Lima Chavez dice

«…la fecha exacta no me recuerdo, pero es en 1968 cuando ya la wiphala aparece, reaparece. No es mentira, de que si no conseguimos, pues, nos vamos a inventar. Del continente Abya Yala lo mismo, si no conseguimos cuál es su nombre, pues lo vamos a inventar, vamos a bautizar, y vamos a dar el nombre a nuestro continente, porque el nombre de ese criminal, Américo Vespucio, no puede seguir en este continente» 

Aunque diga que no es mentira, todo apunta a que si lo es, solo un invento y un cuento chino para propaganda indianista. 

La maldición alemana
¿Y qué
tiene que ver Alemania con todo esto? Bueno, no solo me leí todo el confuso artículo donde se relata la fragmentación hasta lo infinitesimal de los movimientos indianistas bolivianos, no contento con el video empecé a ver otros con la diferencia entre indianistas, indigenistas, pachamamistas, katarismo e innumerables otros «ismos».

Así empecé a navegar entre videos y documentos ¿y saben qué me encontré?

Si amigos, gran parte de los recursos de estos videos y encuentros eran de la Fiedrich Ebert Stiftung, si todavía no lo saben FES es la fundación insignia del Partido Socialdemócrata Alemán, que tiene un inusual interés en América Latina desde hace muchas décadas. 

En el video de Constantino Lima acusa que «los curas, la iglesia» les pasaban plata a una facción rival del indianismo de su movimiento. Resulta que la asociación de la FES con los jesuitas alemanes, holandeses y belgas viene desde hace muchos años, ellos mandaron a Roger Vekemans, el jesuita belga que llegó a Chile a hacer activismo en los años de Frei Montalba. También la FES financia al Servicio Jesuita a Migrantes.

¿Creen que fueron los bolivianos los que redactaron su constitución «plurinacional»? ¿O que la tía Pikachú, Atria, Stingo y el resto redactaron el mamarracho que fue aplastado en el plebiscito del 4 de septiembre? Claro que no amigos, ambas constituciones fueron redactadas por la FES en Alemania, lo del «estado plurinacional» y varias otras estupideces son inventos de la Fiedrich Ebert Stiftung.

¿Recuerdan el escándalo de los fondos de cooperación alemana durante Aylwin? Bueno, el largo brazo de la FES también estuvo metido en eso. Y la peor tragedia que ha sufrido Chile -y que seguimos sufriendo- ocurrió cuando la FES tomó a dos estudiantes de derecho encargados de diseñar la Reforma Procesal Penal y les pasó una mala copia del sistema judicial alemán para que implementaran la más desastrosa reforma de nuestra historia, la triste historia la cuento aquí.

Diablos, esta es la maldición alemana que hemos venido sufriendo desde hace tantos años. El daño que la social democracia alemana le ha hecho a Chile y a otros países de América Latina es incalculable. Pero también al mundo, no se olviden que el gobierno de Angela Merkel fue una de las causas principales que animó a Putin a invadir Ucriania. Esa fue la maldición alemana en todo su esplendor.

Fe de ratas: el escándalos de las platas alemanas durante Aylwin creo que fue de la Fundación Konrad Asenauer, gracias al comentario de Karim lo recordé