Durante los años de la Guerra fría estaba más o menos claro que detrás de toda la insurgencia y violencia callejera izquierdista estaba Cuba, el hermano mayor de la izquierda latinoamericana que finaciaba cada uno de los intentos por exportar su revolución y el socialismo real en el continente.
Y respaldando a este hermano mayor estaba la Unión Soviética, que era el papá del socialismo real en todo el mundo. En los buenos viejos tiempos todo era más claro, existía una lucha de clases entre los proletarios oprimidos y los capitalistas explotadores, mientras la pequeña burguesía se cambiaba de uno a otro lado apoyando a alguno de los dos bandos irreconciliables.
Incluso hasta hace pocos años todavía quedaban rezagos de esa lógica. Pero yo creo que eso ya no existe, porque se perdieron hace rato los insumos básicos: ya no existen los proletarios en el sentido tradicional, los capitalistas han sido reemplazados por sociedades anónimas y la lucha de clases hoy es puro resentimiento personal y envidia. No hay nada que cohesione a los trabajadores en un movimiento y el desprestigio actual de los sindicatos es la mejor muestra de eso.
Pero la Unión Soviética se terminó en 1991 y Cuba quedó huérfana. A partir de entonces redoblaron sus esfuerzos para exportar la revolución y lo hicieron con éxito en Venezuela y Bolivia, a Venezuela le exprimieron su petróleo como un limón e hicieron de pasadizo para la cocaína desde Bolivia, cosa que resultó un buen negocio hasta que se terminó cuando a Venezuela la aislaron completamente.
Hoy Cuba está en la peor crisis de su historia, todo su aparato productivo está en crisis pero lo peor está ocurriendo ahora mismo con la crisis de energía. Después de décadas de operar las generadoras termoeléctricas sin mantenimiento, estas plantas están empezando a colapsar. En Habana hay apagones de 5 horas al día y en provincias del Oriente son apagones de 12 horas, todos los días. Este debe ser el problema más grave que ha enfrentado el Gobierno Cubano hasta ahora.
Diaz Canel es un presidente muy impopular, el combustible para el transporte está escaso, cada vez se recolecta menos la basura y es cuestión de tiempo que el suministro de agua potable colapse, por la dificultad de mantener operando las bombas y tuberías. Yo creo que es una crisis terminal, no por rebelión popular sino porque las Fuerzas Armadas, que son los actuales dueños de Cuba, dejarán de apoyar a la familia Castro y a la revolución. Recién entonces se podrían empezar a solucionar los problemas en Cuba, no veo otra salida.
El resultado neto es que la izquierda latinoamericana se está quedando sin su hermano mayor y esto seguramente empezará a notarse en los meses que vienen. Ya no habrá una Casa de las Américas que pague a escritores y artistas por hacer activismo, ni soñar con embarques de armas como los que hicieron a las guerrillas colombianas o el que perdieron acá en Chile, en Carrizal. El hermano mayor se quedó sin lucas y con plata baila el mono.
Pero siempre que se produce un vacío de poder aparece alguien para llenarlo. Rusia ya no es la Unión Soviética ni China es hoy el comunismo de Mao, pero ambos países deben estar mirando con apetito a América Latina y en especial a los grupúsculos de izquierda que se quedaron huérfanos. En especial Putin en Rusia, al que a estas alturas ya le arrebataron su preciada Ucrania, debe estar sediento por vengarse y venir para América Latina a robarle los huevos al águila
.Puede ser, es una idea que se me ocurre sobre lo que podría estar pasando en nuestro pequeño país con vista al mar.